AstroArbacia 2016

Esperando a que se vaya el sol

Con dos semanas de antelación, así, casi de improviso, organizamos la salida a una de las mayores Star Parties de España, la AstroArbacia.

Este año, como en los anteriores, se nos citaba a aficionados, profesionales y curiosos en Lincetur, un camping justo al lado del Parque Natural de Cabañeros, al norte de Ciudad Real. Gracias a que en los parques naturales, por ley, la contaminación lumínica está muy restringida, los cielos de la zona son excepcionales. Y nada como reunirse con gente que aman los cielos y todo lo que allí arriba acontece para disfrutarlos.

La organización del evento, por lo que nos contaron, tuvo una asistencia de 200 inscritos, más aproximadamente unos cien más entre gente que olvidó inscribirse y gente que acudió para ver lo que hacíamos allí. Son grandes números para algo que se organiza en un lugar un tanto remoto como es Navas de Estena.

Puestos de telescopios

Los telescopios eran de todo tipo y tamaño

He de decir que desde mi adolescencia no veía cielos tan increíbles como las dos noches que tuvimos en la Astroarbacia, en los que la Vía Láctea era visible sin tener que acostumbrar la vista a la oscuridad, Júpiter, Saturno y Marte se veían como si alguien hubiese colgado un farolillo en la distancia y había tantas estrellas visibles que hacer un star hopping con el buscador se complicaba porque se te llenaba el retículo de puntos luminosos y brillantes.

El ambiente era de lo mejor, incluso pudimos ayudar a alguno que otro que comenzaba con esto de los telescopios y es que colimar, o alinear tu buscador tiene truco. Incluso pude echar un vistazo a M101, la Galaxia del Molinete a través de un dobsoniano de 300 milímetros, ya que mi Mak con sus 127 milímetros no era capaz de captar la tenue luminosidad de ésta galaxia para nada. Y a través del 300 se veía tenue.

Maksutov contra Dobson enorme

Mi maksutov parece de juguete contra ese enorme dobsoniano

También el ambiente animaba a charlar, a observar lo que otros miraban por sus aparatos y la verdad, es que en ese sentido, mucha gente pudo asomarse al infinito a través de un ocular por primera vez, o quizás no la primera, pero no cualquiera sale en frías noches a estudiarse los objetos que flotan en el firmamento. Yo mismo tuve la oportunidad de asombrar a un grupo de niños y sus padres al mostrarles el Cúmulo de la Mariposa.

Nos quedamos con las ganas de probar a ver la zona F, de astrofotografía, pero temíamos perder el buen rollo que había en la zona visual. Sin embargo estoy seguro de que el cielo era mejor y no había tanta linterna en manos de niños que, de vez en cuando, te acertaban en la cara. Ello no evitó, sin embargo, que consiguiese observar cantidad de objetos y que observar los planetas fuera un espectáculo excepcional. Pudimos probar la barlow 5x que nos dejaron, y que conseguía poner bien cerca a los planetas, pero no pudimos hacer ninguna prueba de astrofotografía, ya que se nos quedó el adaptador de la cámara en casa. Para la próxima ocasión, quizás. Eso si, a ciertos niveles de aumento, como los que da esta óptica, necesitas motor de seguimiento si o si, ya que los planetas y todo lo que enfoques parece que le haya entrado prisa y se salen de foco tan rápido que apenas da tiempo a hacerse al objeto.

Lo dicho, si tanto si no tenéis telescopio, o sois unos novatos, como si eres un profesional con millones gastados en tu equipo, la Astroarbacia es algo que no te debes perder si te gustan los cielos y la astronomía, ya que el ambiente, la cantidad de gente que entiende tu afición, el buen rollo, lo que aprendes y lo que llegas a ver en estos cielos tan buenos, en pocos sitios lo vas a tener.

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